La reciente aprobación de la reforma a la salud propuesta por Petro en la Cámara desata incertidumbre. Con cambios drásticos, desde Gestoras de Salud hasta la estatización del aseguramiento, la iniciativa enfrenta debates en el Senado.
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| Imagen: Semana.com |
El panorama de la salud en Colombia se encuentra en el epicentro de un intenso debate tras la aprobación de la controvertida reforma propuesta por Gustavo Petro en la Cámara de Representantes. Esta reforma, pendiente de dos debates en el Senado y sujeto a numerosas demandas ante la Corte Constitucional, plantea cambios fundamentales en los pilares del sistema de salud colombiano, vigente desde el fin del Seguro Social.
La propuesta, respaldada por aplastantes mayorías en cada uno de sus artículos en la Cámara, desafía el papel tradicional de las entidades prestadoras del servicio de salud (EPS) al eliminar su función aseguradora. En su lugar, se propone la creación de las llamadas Gestoras de Salud y Vida. Este cambio sustancial en el aseguramiento de salud también implica la supresión de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), una contribución estatal que financiaba giros directos a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), dotándola de un papel crucial en la administración de los recursos.
Las críticas no se han hecho esperar, especialmente desde el ámbito político y de la salud. El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, expresó sus preocupaciones ante la Comisión Séptima del Senado. Con la transición de las EPS a Gestoras de Salud y Vida, se redefine la distribución de funciones, traspasando algunas responsabilidades a entidades gubernamentales, fragmentando la atención a los pacientes entre varios actores.
La sostenibilidad financiera de las Gestoras genera inquietud, ya que recibirán solo un 5 por ciento fijo y un 3 por ciento variable como remuneración. Este modelo plantea dudas sobre la disposición de las EPS para adoptar esta transformación, temiendo que resulte insostenible para ellas.
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| Imagen: Noticias RCN |
La reforma introduce los Centros de Atención Primaria en Salud, destinados a ofrecer atención cercana y accesible. Los usuarios deberán acudir a estos centros, siendo referidos a instituciones de mayor complejidad en casos graves. Además, ajusta las funciones de la Adres y modifica el esquema de compras, generando preocupaciones sobre la falta de auditoría para el 85 por ciento de las facturas que manejará la entidad.
A pesar de las promesas de Petro, el proyecto aprobado en la Cámara carece de la exigencia de un concurso de méritos para la elección de directores de hospitales, dejando en manos de alcaldes y gobernadores la designación. La estatización del aseguramiento en salud, excluyendo a entidades privadas y mixtas, añade otro elemento de controversia.
El destino final de la reforma descansa en el Senado, donde se espera un intenso debate que podría redefinir el sistema de salud colombiano. En caso de ser respaldada, la Corte Constitucional será la encargada de evaluar posibles irregularidades en el trámite.
