Una abuela de Apartadó, Urabá antioqueño, enfrenta una pesadilla al intentar traer de regreso a su nieta de 8 años, abandonada por su padre en Costa Rica después de cruzar el Tapón del Darién. Con lágrimas y desesperación, busca apoyo del Gobierno Nacional para reunirse con la pequeña afectada.
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| Imagen: expansion.mx |
La historia de Martha Cecilia López, una abuela de Apartadó, Urabá antioqueño, se convierte en una angustiante pesadilla que inició hace casi un mes y medio, cuando su nieta de 8 años quedó bajo la protección de las autoridades de Costa Rica. El padre de la menor, tras cruzar el peligroso Tapón del Darién con destino a Estados Unidos, abandonó a la niña, sumiendo a la familia en la desesperación.
La abuela relata con lágrimas que la historia se remonta a mediados de este año, cuando el padre, ausente en la crianza, apareció para tener acercamientos con su hija. En julio, le dio el apellido y propuso buscar un futuro en los Estados Unidos. Sin recursos económicos, la abuela permitió que llevara a la niña a Medellín para gestionar el pasaporte. Lo que parecía un proceso legal se convirtió en una pesadilla.
El 29 de octubre, la niña llamó llorando, revelando que su padre estaba empacando maletas para partir a "Estados Juntos". Después de esa llamada, no tuvieron más noticias. El padre la llevó a Norteamérica cruzando el peligroso Tapón del Darién, sin autorización clara. El 5 de noviembre, las autoridades de inmigración en Costa Rica le quitaron la niña, revelando la cruel realidad a la abuela.
Desde entonces, Martha ha buscado desesperadamente apoyo para el retorno de su nieta a Colombia. Sin recursos ni pasaporte, su situación se complica. Las autoridades colombianas, aunque al tanto del caso, deben seguir protocolos internacionales. La directora de Protección del Icbf, Diana Carolina Baloy, asegura que se trabaja en una reunificación familiar, pero la angustia persiste.
La última videollamada, el miércoles 20 de diciembre, mostró a la niña con los ojitos hinchados de tanto llorar. Martha clama ayuda al Icbf, Migración Colombia o la Cancillería para traer a su nieta de vuelta y lamenta pasar estas fiestas separadas. Con las puertas cerradas, su fe está en recibir apoyo para reunirse con su ser querido.
La directora de Protección del Icbf indica que se han activado rutas para brindar acompañamiento, pero los procesos internacionales son delicados. Martha, sin recursos, espera que su llamado de ayuda sea escuchado y que pronto pueda abrazar a su nieta.
Fuente consultada: Elcolombiano.com
