Polémica: Inteligencia militar se emplea para acosar a profesor de inglés en Bogotá.

El general Luis Mauricio Ospina, del Ejército Nacional, enfrenta críticas por ordenar una operación de inteligencia ilegal dirigida contra un amigo y profesor de inglés de su esposa. El caso se ha convertido en un escándalo que sacude a la institución militar.

Imagen: Infobae

Un acontecimiento de gran controversia ha vuelto a sacudir al Ejército Nacional de Colombia. Se ha revelado que el general Luis Mauricio Ospina emitió una orden para llevar a cabo una operación de inteligencia ilegal que tenía como objetivo investigar a Leonardo Colmenares, amigo personal y profesor de inglés de su esposa. Esta noticia, reportada por la revista Semana, ha generado una ola de indignación y debate en el país.

La operación, ejecutada por equipos de inteligencia y contrainteligencia del Ejército, se centró en la creación de un expediente falso en el que Leonardo Colmenares fue catalogado como miembro de las disidencias de las FARC. Como resultado, su teléfono fue intervenido, permitiendo el monitoreo de todas sus comunicaciones.

Colmenares, al verse involucrado en esta operación clandestina, expresó su temor y preocupación, mencionando que llegó a sentir que su vida corría peligro. Además, apuntó directamente al general Ospina como el responsable de este acoso, calificándolo como un "bandido".

En respuesta a las revelaciones, el Ejército Nacional emitió un comunicado en el que argumenta que la orden de Ospina se basó en "una información que alertaba sobre una posible vulneración de la seguridad e integridad del comandante y su núcleo familiar". Sin embargo, las investigaciones no arrojaron resultados sustanciales que respaldaran la continuación del seguimiento a Colmenares.

Este incidente ha sacado a la luz una debilidad en el "sistema de control de acceso personal y vehicular a las instalaciones militares", ya que Colmenares ofrecía clases de inglés en un cantón militar en el norte de Bogotá, lo que generó preguntas sobre cómo se accedió a sus datos de manera indebida.

Este suceso ha generado un debate sobre el abuso de poder y la utilización de recursos de inteligencia para fines personales, así como cuestionamientos a la ética y la transparencia en la institución militar.