En el municipio de Policarpa, Nariño, las disidencias de las Farc de la estructura 'Franco Benavides' han causado controversia al inaugurar la pavimentación de una vía en colaboración con la comunidad. El evento, que involucró a civiles, niños y hombres armados, plantea preguntas sobre la relación entre grupos armados y comunidades locales en la región.
La tranquilidad del municipio de Policarpa, en Nariño, se vio alterada recientemente por un evento inusual y polémico. Las disidencias de las Farc, específicamente vinculadas a la estructura conocida como 'Franco Benavides', llevaron a cabo una ceremonia de inauguración para celebrar la pavimentación de una vía local.
El evento tuvo un escenario peculiar: la presencia de hombres armados, civiles y niños en las calles del corregimiento de Santa Rosa. Mientras los más jóvenes realizaban presentaciones culturales, los disidentes, portando fusiles, se ubicaban a lo largo de la vía recién pavimentada.
Los videos compartidos por las propias disidencias capturan una escena impactante: en la mesa principal se observa a miembros de la población civil, incluyendo un representante religioso de la iglesia católica, junto a los líderes de la estructura armada. Las palabras de uno de los civiles presentes subrayaron la situación:
"No podemos desconocer que en medio de nuestro territorio existe un actor armado que, al ver la iniciativa de la comunidad, decidió apoyar sin pedirnos nada a cambio. Muchas gracias, señores del frente Franco Benavides y a todas las personas que directa o indirectamente nos apoyaron en este proyecto de transformación del territorio."
Esteban González, uno de los líderes de las disidencias, aprovechó la ocasión para reafirmar su presencia en la zona. Destacó que han estado en este territorio durante cuatro años y tienen la intención de continuar.
"Este es un logro importante para las comunidades de Santa Rosa y para las Farc EP. Nuestra tarea fue hacerles entender que podían organizarse", dijo González.
La obra entregada consistió en la pavimentación de gran parte del corregimiento de Santa Rosa. Sin embargo, esta controvertida celebración ha generado un debate en el departamento de Nariño debido a la forma en que las disidencias asumen un papel en el desarrollo de la comunidad y cuestiona el papel de las autoridades y el gobierno en la región.
